20-60 cm de altitud. Planta herbácea anual de la familia Ranunculaceae; se distribuye por el área mediterránea y Macaronesia; aunque tiene valor ornamental y se ha introducido en jardinería.
La planta se inicia al final del otoño tras las lluvias, a partir de una roseta basal de hojas pecioladas, de ahí parte un tallo erecto, pocas veces ramificado, planta glabra.
Las hojas son alternas, están 2-3 veces divididas hasta el raquis (pinnatisectas), siendo los foliolos lineares, llegan hasta la base de la flor, formando un involucro de hojas que sobrepasa la flor (brácteas).
La flor es solitaria, al final del tallo, mide unos 3-4 cm de diámetro, hermafrodita, actinomorfa (tiene dos planos de simetría) y con 5 sépalos a modo de pétalos de color azul y celeste, luego están los pétalos en número de 5-10 que son pequeños de color azul oscuro y están transformados en glándulas nectaríferas con algo de vello blanco, por encima de este están numerosos estambres verticales con base morada y resto verde, anteras ovoides y verdes, en el centro parecen 5 carpelos que sobresalen y le dan aspecto de arañuela, estos últimos persisten en la maduración del fruto.
Florece desde mayo a julio.
El fruto es una cápsula polifolicular, con pequeñas semillas dentro, estos son negruzcas con tres aristas que coinciden en los extremos (trigona) y superficie rugosa. Las semillas son tóxicas, ya que contienen damascenina, un alcaloide.
Esta planta crece a pleno sol, en suelos pedregosos y arenosos, también en cultivos, precisa de suelo drenado.
El fruto es muy curioso, ya que persisten las capsulas globosas con sus carpelos, hay una chinche que se alimenta de esta planta en exclusiva llamada Ventocoris rusticus, una de las chinches más bonitas y curiosas, que aparece en esta web también.
Planta llamativa en el campo y conocida por mí en los linderos y caminos de la Serranía de Ronda, de donde son las fotos.
Junio 2020
