12- 15 mm, macho algo menor. Araña de tamaño medio de la familia Pisauridae; se distribuye por la mayor parte de Eurasia; frecuente en espacios abiertos de la Península Ibérica.
Colores de fondo castaño pardo con el contorno pálido o blanquecino, el macho es más contrastado que la hembra, siendo esta última de tonos ocres más uniformes, el prosoma tiene una línea longitudinal clara en el centro, mientras que el opistosoma es alargado y con contorno irregular que nos recuerda a puntas de flecha; los machos tienen muy desarrollados los pedipalpos y suelen ser negros; los ojos se disponen en dos filas de 4, la fila superior tiene dos frontales elevados y dos laterales, mientras que la fila inferior se disponen todos frontalmente, confiriendo una excelente visión; las patas son largas y fuertes, con espinas, en reposo o camuflaje dispone los dos pares delanteros juntos y en posición extendida hacia delante.
Se mueve en primavera y verano, por el suelo, entre la hojarasca, en espacios abiertos.
Caza al acecho o persiguiendo a sus presas por el suelo, o sobre las hojas de herbáceas y arbustos.
El cortejo es muy curioso, ya que el macho ofrece presas envueltas en seda a la hembra, también puede hacerse el muerto con la presa sujeta en los quelíceros, se la ofrece a las hembras con las que se encuentre, si tiene éxito copulará con ella mientras se alimenta del regalo, si no no tiene éxito se la comerá él.
La hembra fecundada lleva unos 200-300 huevos dentro de una ooteca, los transporta cogidos con sus quelíceros (colmillos) durante unos 10 días, cuando siente que van a eclosionar, construye una tela protectora y fija la ooteca debajo, esta tela los protege y les sirve de tela de alimentación, la madre vigila en las inmediaciones para seguridad de las crías, durante este período la madre no se alimenta y al final muere, coincidiendo con la dispersión de las pequeñas arañas, para que digan que son malas madres.
Fotografiada en mi césped, es un macho.
Es la única especie de este género en la Península Ibérica.
Fotos de la Serranía de Ronda.
Vista frontal de un macho, abril 2020.