2-20 m de alto, árbol caducifolio de tamaño medio en las mayoría de los casos, pertenece a la familia de las Rosaceae; su origen procede de las zonas templadas del sur de Europa, norte de África y Asia; en la Península Ibérica su cultivo está muy extendido, sobretodo en las provincias de Lérida, Castellón, Huesca, Valencia, Badajoz y Zaragoza, distintas variedades.
Tronco recto de color gris, agrietado, del que salen ramas en ángulo de 45º, las hojas son ovaladas, alternas de hasta 8 cm de largo, color verde oscuro brillante, el pecíolo es amarillo, la coronación del árbol suele ser alta y estrecha.
Las flores aparecen en marzo, agrupadas en corimbos de 3-7 flores, son de color blanco o blanco rosado, 5 pétalos grandes, los estambres son blanco-amarilllo o purpúreos, flores hermafroditas.
El fruto es un pomo, llamado pera, de tamaño variable dependiendo de la variedad, desde 4 cm a 10 cm o más, se recolecta desde final de la primavera a verano; el color de la piel es verde, verde- marrón, a veces con tonos rojos, con pulpa blanca y dulce muy apreciada.
Las variedades más conocidas en nuestro país son Ercolini, Conferencia, Blanquilla, Limonera y otras.
El árbol requiere espacios abiertos, un suelo drenado, fresco, profundo y homogéneo, tolera muy bien el frío, incluso le benefician los inviernos duros, luego precisa primaveras y veranos calurosos.
Se reproduce por injerto sobre pies de membrillero o pies franco (obtenido por siembre de semillas de peral).
Fotos de la Serranía de Ronda.
Flores y hojas nuevas, 2016.
Rama con flores, primavera 2017.
Rama y flores, marzo 2017.
Peral en verano 2016.
Pera, 2016.
Rama con hojas nuevas y flores, incluso insectos, abril 2017.
Pera madura, septiembre 2017.