15 cm. Ave que se distribuye paleárticamente con buena presencia en la Península Ibérica, solo falta en algunas zonas del sureste, Valle del Guadalquivir y zonas de bosque cerrado.
La Totovía es una alondra pequeña, rechoncha, de colores pardos que forman un contraste claroscuro sobre su espalda, destaca una lista superciliar blanca, pequeño moño, una mancha blanca y luego negra en la parte anterior del ala, cola oscura, las partes inferiores son blancas con manchas oscuras alargadas en el pecho; patas rosadas.
Habita en zonas abierta de matorral, linderos, claros de bosques y dehesas hasta los 2200 m de altitud, le gustan lugares abiertos y laderas con árboles o arbustos dispersos; también olivares y viñedos tradicionales.
Se alimenta de insectos, arañas y semillas, dependiendo de la disponibilidad.
Su canto es una estrofa larga que empieza lento y se va acelerando y haciendo más grave, es un canto líquido y melodioso, suele cantar posada en un lugar alto o en el cielo describiendo círculos; cuando termina de cantar suelo descender en picado al estilo de la Cogujada. Es curioso que en el otoño suele tener un período de canto que suele ocurrir en septiembre y octubre.
Construye el nido en el suelo, es una pequeña depresión al abrigo de una mata o un arbusto pequeño, coloca hierba y raíces y material más fino dentro, incluidas plumas; pone de 3-6 huevos e incuba de 12-13 días, los pollos abandonan el nido sobre los 10 días.
Esta ave suele tener poblaciones importantes en zonas adehesadas de ganadería, también en las sierras del sur.
Fotos de la Serranía de Ronda.
En su entorno, otoño 2015.