Martinete común (Nycticorax nycticorax)

60 cm de longitud y 90 cm de envergadura. Ave de tamaño medio de la familia Ardeidae; se distribuye por Eurasia, África y América; en la Península Ibérica es estival, pasando el invierno (con algunas excepciones) en África.

Hay cuatro subespecies, de las cuales “nycticorx” correspondería a Eurasia y África.

Garza muy discreta y nocturna, por lo cual suele pasar muy desapercibida su presencia.

Color de las partes superiores negro azulado; partes inferiores y cuello de color blanco, alas redondeadas y de color gris; ojo rojo y pico de color negro azulado; cola corta, patas cortas y amarillas; los ejemplares en plumaje nupcial tienen unas bellas plumas largas y blancas en la parte posterior de la cabeza.

Los jóvenes son parduzcos manchados de pintas blancas.

Los individuos llegan a la Península Ibérica en marzo, circunscribiéndose a humedales, tanto de agua dulce como marismas y lagunas salobres, donde encuentran su alimento; tras aparearse se instalan en una colonia de cría de garzas, como otra Ardeida más, el nido es una plataforma grande, construida por la hembra, con el material aportado por el macho, se construye a cierta altura, por encima de los 2 metros, con algunas excepciones, donde se han encontrado nidos entre la vegetación palustre baja; la puesta consta de 3-5 huevos, se incuban, principalmente por la hembra, durante unos 23 días, los pollos a los 10 días empiezan a moverse en el entorno del nido y a las 4 semanas se independizan.

Se alimentan de anfibios, peces, invertebrados, ratones y cualquier pequeño animal que se exponga en su entorno; normalmente acechan desde la orilla, inmóviles, hasta tener una presa cerca, entonces lo capturan con un rápido movimiento de cuello, como otras garzas.

Esta ave migradora en nuestro entorno, con escaso invernantes, en África es residente, solo migrando los ejemplares que nacen aquí.

Su discreción se debe a que descansa inmóvil, entre el ramaje de los arbustos o árboles de las riberas, durante el día, siendo bastante imperceptible, siendo su actividad nocturna y crepuscular.

Esta ave ligada a riberas y humedales tiene su hábitat muy fragmentado en la Península, solo presente en entornos palustres, pero parece que su tendencia es positiva, estimándose unas 4.000 parejas reproductoras. Esta ave llevo tiempo intentando fotografiarla, este marzo de 2022 por fin llegó el momento, pude sacarle unas fotos en Mérida, entre el ramaje de un fresno, donde descansaba sobre el río Guadiana.

Por cierto, el sonido que hace, recuerda al cuervo, de ahí su nombre «Cuervo nocturno»

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