40 m. Gran árbol de hoja caduca de la familia Fagaceae; se distribuye por el centro y oeste de Europa, con presencia muy limitada en zonas del sur de Europa; en la Península Ibérica se distribuye por los Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sistema Central, con enclaves aislados entre cordilleras.
Tronco recto y ancho de color gris, de este parten ramas horizontales; forma cónica cuando joven y copa achatada cuando es viejo; las ramillas presentan numerosos nudos a intervalos.
Las hojas son de color verde brillante cuando jóvenes, brotan en dos filas, una a cada lado de la ramilla, tienen el borde ondulado y terminan en pico, vello en el borde foliar, nervios prominentes, forma de la hoja ovalada o elíptica; también pueden aparecer agrupadas en fascículos; su corto pecíolo suele estar acompañado por estípulas; tiene un tacto seríceo y coriáceo cuando están desarrolladas y en el otoño se vuelven de color rojo, antes de caer.
Las flores aparecen al final de la primavera, de forma separada, las flores masculinas penden de un amento esférico de 1 cm de diámetro y pecioladas, el amento tiene de 15-20 pequeñas flores por amento, cada una con 8-16 estambres; de otra parte brotan las flores femeninas, en las terminaciones de las nuevas ramillas, suelen agruparse de 1-3 flores femeninas, la flor está rodeada por brácteas con gruesos vellos y color verde (marrón en la madurez), dentro tres estilos; se polinizan por el viento, aunque pueden intervenir los insectos.
El fruto es un aquenio llamado hayuco, madura en otoño, cada hayuco tiene dentro 1-2 semillas de color pardo brillante, la semilla tiene tres ángulos y su sección es triangular con un extremo ensanchado y otro agudo; se liberan del hayuco en otoño, para lo cual este se abre en 4 valvas, posibilitando su caída.
El haya se adapta a todo tipo de suelos, pero precisa de alta humedad en el suelo y aire fresco; de ahí su limitación en la mitad sur peninsular; vive desde los 50-2.000 msnm.
Debido a su gran efecto sombra que producen sus ramas horizontales, debajo de ellas no suelen crecer otros árboles ni plantas, con la excepción de los acebos y algún tejo.
Árbol longevo de hasta 300 años, que produce una excelente madera, usada desde antiguo en la construcción, tanto de casas, como muebles y utensilios; su madera es blanca y fácil de trabajar; buena leña para quemar.
De la cocción de la madera se extrae creosoto y alquitrán, que son sustancias usadas para tratar la madera, actuando como desinfectante y protector.
Sus hojas tiernas son comestibles, así como sus semillas, aunque estas si se toman en cantidad son indigestas.
Hay un uso ornamental de este árbol, con variedades de color oscuro o con hojas palmeadas.
Para la biodiversidad tiene un gran interés, hay que recordar que osos, jabalí, ciervos, etc. y aves como el urogallo, necesitan de estos alimentos de otoño para coger grasa y soportar el invierno.
Sobre las hojas del haya es frecuente encontrar agallas de forma ovoide y color rosado, estas son producidas por un mosquito llamado Mikiola fagi.
Fuente:
https://www.asturnatura.com/especie/fagus-sylvatica.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Fagus_sylvatica y otras.
Para mí, este árbol es majestuoso, por su tamaño, por su densa sombra, por sus colores ocres de otoño y por su desnudez en invierno; estas fotos son de La Selva de Irati (Navarra), el bosque más extenso de la Península Ibérica, fotos de final de octubre de 2021, donde disfruté de los colores otoñales del bosque de hayas, un espectáculo natural.
Selva de Irati, Navarra.