3-5 m. Planta arbustiva trepadora de la familia Rosaceae; se distribuye por la mayor parte de Europa, sur de Asia y norte de África, también ha sido introducida en América y Oceanía; muy frecuente en la Península Ibérica.
Planta conformada a base de tallos largos arqueados de color violeta oscuro, los tallos posteriormente se ramifican, tiene grandes púas de forma curva en el extremo, lo que las hace muy agresivas al contacto con ellas. Suelen crecer formando una base ancha, formando a veces vallados naturales impenetrables. Es muy invasiva si encuentra la humedad adecuada.
Las hojas son verde oscuro por el haz y blanco tomentoso por el envés, son imparipinnadas con 3-5 folíolos, la forma es elíptica ovada terminada en punta, el borde es marcadamente aserrado, el pecíolo es largo y del mismo color que los tallos, con púas. Las hojas nos recuerdan a las del Olmo, de ahí su nombre. Se suelen caer a final del otoño.
Las flores son blancas o rosadas, con 5 pétalos y 5 sépalos, de 2 cm de diámetro, un buen penacho de estambre centrales con anteras marrón claro, las flores aparecen al final de los tallos, son racimos con forma piramidal y miden de 12-17 cm de longitud. Florece desde mayo a final del verano. Flores hermafroditas.
El fruto es una polidrupa, mora de zarza o zarzamora, están formados por pequeñas drupas unidas entre sí, son de color verde al inicio del proceso, luego crecen y se tornan rojas, al final del verano maduran y se vuelven de color negro brillante.
Se reproduce muy bien por rebrotes, sus ramas tiene la propiedad de echar raíces al contacto con el suelo, y por semillas.
Es una planta que se adapta muy bien a los suelos silíceos y calizos, precisa cierto grado de humedad para poder vivir, tolera bien la sequía (incluso perdiendo las hojas) y el frío, se instala en bordes de acequias, linderos, riberas de ríos y arroyos, claros y bordes de bosques; está ausente en las zonas más áridas de la Península Ibérica.
Sus frutos son comestibles, sabor dulce y algo de ácido, se pueden comer solos, en compotas y mermeladas; si se fermentan se puede obtener un tipo de aguardiente o licor; son muy ricos en Vit.A y C, muy ricos en fibras, azúcares, hierro y flavonoides (protectores vasculares), sin embargo son muy pobres en grasa y proteínas.
Desde un punto de vista ecológico es una planta muy apreciada, es refugio para muchos micromamíferos y aves, atrae en verano a todos los insectos con su floración, alimenta en otoño, con sus frutos, a aves y mamíferos de nuevo; en primavera los ruiseñores comunes suelen ser huéspedes habituales de su entramado espinoso.
Fotos de la Serranía de Ronda.
Hoja, en este caso trifoliada, junio 2017.
Tallo joven, junio 2017.
Flor detalle, junio 2017.
Conjunto de la planta, junio 2017.