2-3 m. Arbusto de la familia Cistaceae, originario de la cuenca del mediterránea; especialmente abundante en centro y sur de la Península Ibérica (España y Portugal).
Tronco y ramillas de color grisáceo, ramillas jóvenes rojizas.
Las hojas son estrechas y alargadas de 5-10 cm de largo, perennes y de color verde oscuro por el haz y blanquecinas por el envés, están cubiertas por un aceite pegajoso llamada Ládano que le dan un aspecto brillante.
Las flores son grandes, de unos 10 cm de diámetro, brotan en mayo-junio, son principalmente de color blanco puro, con 5 pétalos, los pétalos suelen tener una mancha oscura o morada en la base muy llamativa, tienen 3 sépalos y estambre amarillentos impregnados en polen muy atractivos para los insectos.
Los pétalos son muy caedizos y tras unas horas abiertos se suelen desprender, la floración es muy abundante, lo que compensa su poca duración, mostrando un arbusto colorido.
Fruto, es una cápsula globosa con 10 compartimentos internos, que una vez maduros, se abren y liberan las semillas, la cápsula es de color grisáceo.
Esta planta crece en suelos pobres y ácidos, en suelos graníticos y pizarrosos, en laderas, como sotobosque en encinares y alcornocales, en suelos degradados, en zonas soleadas, secas y bien drenadas; tolera mal las heladas y los suelos calcáreos.
Antiguamente tenía distintos usos medicinales, hoy ya en desuso, actualmente su resina se usa como fijador en cosmética.
Se reproduce por semillas y esquejes semileñosos.
Esta planta es una seña de identidad de nuestros sotobosques mediterráneos, de las dehesas y los suelos pobres de las mesetas, aporta un colorido a nuestra primavera; también se asocia a la caza y a la montería, lugar donde encuentran refugio nuestras especies cinegéticas.
Fotos de la Serranía de Ronda.
Marzo 2017, tallo joven.
Botones florales, marzo 2017.
Marzo 2017.
Mayo 2018, Monfragüe.
Flor de la jara, abril 2017.
Arbusto completo en flor, abril 2019.
Flor, abril 2019.
Detalle flor, abril 2019.
Mayo 2022