6-7 mm. Pequeño insecto de la familia Forficulidae; se distribuye por Europa occidental; presente en la mayor parte de la Península Ibérica.
Es algo más pequeña que su abundante congénere Forficula auricularia; cuerpo largo y aplanado de color general ámbar rojizo; pronoto y tórax con algunos tonos claros; no tiene alas o son simples vestigios, por lo cual no puede volar; las hembras acaban su abdomen en dos cercos bastante rectos y curvados en el extremo, los machos los tiene mucho más grandes y llamativos, con un primer tramo ensanchado y recto con protuberancias oscuras en su cara interna y luego otro tramo curvo que delimita un semicírculo casi perfeto.
Son pequeños animales que viven en lugares frescos y oscuros, con actividad preferente nocturna, por el día se esconden bajo piedras, madera, hojarasca, etc.
Son polífagos, alimentándose de todo tipo de materia orgánica; en primavera suelen trepar a los órganos florales de las plantas, donde se alimentan de néctar y polen, incluso a plena luz del día.
Se aparean en otoño, poco después las hembras perforan un pequeño agujero de unos centímetros de profundidad en el suelo, donde colocarán la puesta de unos 50 huevos, a los que cuidarán y protegerán, hasta la próxima primavera; los machos suelen morir en el otoño; las ninfas se dispersan tras la primera muda.
Estos pequeños insectos son la base de la alimentación de otros muchos, incluyendo aves; no provocan daños o son muy discretos, mereciendo, como todos los seres vivos nuestro respeto.
Fotos de mi campo de trigo ecológico en Serranía de Ronda, sobre Ridolfia segetum (Nerdo).
Junio 2021
Serranía de Ronda
