70 mm. Libélula de la familia Aeshnidae; se distribuye por el suroeste de Europa y norte de África; presente en la mayor parte de la Península Ibérica, especialmente en el sur.
Es una libélula muy mimética con los entornos verdes y sombríos, donde pasa el día posada descansando, colgando de alguna hoja o ramita.
El cuerpo es de color pardo y verdoso, ojos verde con distintos tonos; destaca en el tórax una franja, en la zona dorsal próxima a la cabeza, de color verdoso, más ancha en la zona elevada y se estrecha según desciende buscando la unión con la cabeza; las franjas verdosas y marrones se alternan a lo largo de su cuerpo, el tercer segmento, en los machos, está estrechado; las alas son hialinas con un leve tono ahumado que se acentúa en el ápice, el pterostigma es de color marrón-amarillento y amplio; las patas son de color pardo rojizo.
Vuelan desde mayo a octubre, principalmente por la noche, por lo cual entre sus presas abundan las polillas.
Las larvas pueden necesitar hasta tres años para completar su ciclo.
Viven en la cuenca alta de ríos, aguas con buena calidad, y riberas desarrolladas, en el sur peninsular se encuentran en la media y alta montaña, principalmente.
Paseando por la ribera de un río, casualmente, me encontré con este ejemplar, inmóvil y descansando, colgado de una hoja de quejigo.
Fotos de la Serranía de Ronda.
Junio 2017.
En su entorno posada, junio 2017.
Final del abdomen del macho fotografiado, junio 2017.