Prunus dulcis (Almendro)

Serbal

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3-6 m. Árbol del subgénero Amigdalus de la familia Rosaceae; originario del centro de Asia, desde ahí los fenicios y los romanos lo extendieron a todas las zonas costeras del Mediterráneo, y desde las costas hacia el interior de estos países; en la Península Ibérica se cultiva ampliamente en toda la zona mediterránea, de forma profesional o en árboles aislados de explotaciones dedicadas a otros cultivos, con frecuencia en los linderos.

El tronco es de color gris oscuro, muy surcado, áspero, las ramillas son amarillas y luego verdes, las hojas caducifolias son verdes oscuro, alargadas, estrechas, solitarias, simples, terminadas en punta y con borde aserrado, de 5-12 cm de largo.

Las flores son de color blanco a rosado, dependiendo de la variedad, el inicio de las variedades más tempranas y de las silvestres se produce en enero, de ahí la frase:

“Si se te pierde enero búscalo por la flor del almendro”

Las flores miden de 3-5 cm de diámetro, son solitarias o en grupos de 2-4, con 5 pétalos y 5 sépalos, se autopolinizan con la colaboración principalmente de las abejas, también hay variedades autoincompatibles que precisan la presencia en la zona de otras variedades para su correcta polinización, debido a la precocidad de la floración, ésta puede sufrir por las heladas tardías o la falta de insectos por períodos de lluvias prolongadas; a veces se retarda la floración cuando las temperaturas son bajas y persistentes. La floración es previa a la salida de la hoja y por tal motivo muy espectacular, creando imágenes bellas del resurgir de la vida, igual que ocurre con los cerezos o los ciruelos, pero en este caso en enero.

El fruto es la almendra, tiene una piel o exocarpo mas mesocarpo de color verde, con vello corto y blanco, al final de la maduración se vuelve amarillo y se abre para dejar caer la almendra; la almendra es el endocarpo, es dura de aspecto leñoso y dentro aloja la semilla o almendra, propiamente dicha, la almendra es alargada, algo aplastada, piel fina de color castaño e interior blanco.

El almendro tiene muchas variedades y en nuestra cultura hay mucha tradición en el uso de las almendras, usos:

Variedades de cáscara dura, como son Marcona y Largueta, se usan para elaborar turrones y mazapanes.
Variedades de cáscara blanda, como Mollares, se usan para comerlas en fresco.
También se usan para repostería, como “Tarta de Santiago”, garrapiñadas, etc.
Su aceite, se usa en cosmética, como emoliente para la piel y en perfumería.

Es muy nutritivo, tiene Vit. A,B,C,D,E,K y más de 8 minerales esenciales.

Por todo ello, diremos que en la Península Ibérica, es un árbol y un fruto muy apreciado y muy enraizado en la cultura mediterránea.

El árbol es muy rústico y adaptable, es de clima templado, suele estar en suelos ligeros y arenosos, no tolera el encharcamiento, muy resistente a la sequía y tolera bien el frío. Resistente a las plagas, aunque suele perder parte de las hojas, a veces por efecto de orugas o por la sequía a final del verano.

El almendro necesita poca poda, abrirlo un poco y retirar las ramas secas. Se suele cultivar en secano, aunque tolera el riego moderado en los cultivares para mejorar la producción.

Antes se reproducía por semillas, actualmente, las plantaciones son injertos realizados sobre pies, bien de almendros amargos, o bien sobre pies de otras variedades; decir también, que el almendro se puede injertar sobre pie de casi todos los árboles de la familia Rosaceae, y ello se tendrá en cuenta dependiendo del lugar y objeto de su plantación.

Antes de finalizar esta entrada, hay que hacer referencia, a las almendras verdes, no siendo aconsejable consumirlas hasta que no están bien maduras al final del verano, ya que las almendras verdes tienen una cantidad importante de ácido cianhídrico, lo que puede provocarnos un cuadro de dolor abdominal, vómitos y malestar, que en los casos graves puede acabar en el hospital.

Fotos de la Serranía de Ronda.