Carpocoris mediterraneus sp. atlanticus (Chinche mediterránea, Chinche hedionda)

10-15 mm. Chinche de la familia Pentatomidae; especie de distribución mediterránea, esta subespecie en concreto se distribuye por el mediterráneo occidental, desde Islas Baleares y sur de Francia, pasando por la Península Ibérica y noroeste de África.

Chinche de color variable desde tonos amarillentos, verdes, pálidos y frecuentemente anaranjados; antenas con 5 artejos, el primero rojizo; pronoto ancho y acabado en punta externa manchada de negro, borde anterior del pronoto (junto a la cabeza) casi recto (angulado en Carpocoris fuscispinus); escutelo ancho y manchado de negro, estas manchas pueden ser 6 manchas o tres, dependiendo si se funden o se mantienen separadas, acaba en punta redondeada más clara en zona distal; conectivo barrado y membrana oscura; las patas suelen ser anaranjadas y tarsos con 3 segmentos.

Chiche escudo de aspecto fornido, se alimentan succionando savia de distintos tipos de plantas, sobre todo Apiaceae y Asteraceae, las ninfas se pueden ver sobre las mismas plantas en primavera; les gusta colocarse en la parte alta de las plantas, sobre los frutos o semillas aun verdes.

Los adultos no suelen vivir más de un año, durante la primavera, tras la hibernación, abandonan los refugios y se aparean, las hembras hacen varias puestas de 20-50 huevos cada una, estos son paquetes de huevos depositados sobre una hoja o tallo, las pequeñas chinches son autónomas y tienen forma de adulto sin alas y colores más vivos, según crecen se van pareciendo más a los adultos, es posible ver adultos y ninfas sobre la misma planta, dos generaciones por año.

Fáciles de ver en verano y difíciles en invierno, ya que lo pasan como adultos escondidos bajo piedras, madera, grietas, etc.

Habitan en lugares soleados y secos, campos abiertos de cereal, eriales, linderos, bordes de caminos, bosque mediterráneo aclarado, etc., mimetizándose con la planta hospedadora.

Buenas voladoras, localmente pueden provocar daños en los cultivos, si son muy abundantes; aunque hay un equilibrio natural que permite su control.

Si se manipulan excretan un líquido hediendo que permite, en algunos casos, desistir al agresor de su captura o depredación.

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