22-26 cm. Residente. El género se distribuye por Eurasia y norte de África, también en Canarias; varias subespecies, en la Península Ibérica tenemos la subespecie o especie (según autores) Meridionalis, bien distribuido pero disperso, casi ausente en el extremo norte de la Península.
Habita en zonas abiertas con arbustos tupidos que utiliza de refugio y como lugar de nidificación, normalmente espinosos como el Escaramujo o el Espino albar; también en campos de cultivos con linderos, en el bosque mediterráneo con claros; las subespecies del centro y norte de Europa habitan en claros de bosques y ciénagas.
Nuestra especie ibérica tiene la cabeza y dorso gris claro, antifaz negro que se prolonga hacia atrás, fina ceja blanca que se unen por encima del pico, parte superior del ala negra con la base de las primarias blancas, garganta blanca, pecho y vientre blanco sucio con tono rosado, cola larga y negra con bordes blancos, patas y pico negro; el pico es fuerte y ganchudo.
Este pájaro suele estar en lugares con posaderos elevados, desde donde vigila el suelo y el entorno, cuando localiza un insecto o micromamíferos no tardará en atraparlo, también se alimenta de pequeños reptiles y pájaros, si no os consume en el momento tiene el hábito de empalarlos en un espino a alambrada, usado como almacén o zona de despiece. Cuando está posado suele mover la cola hacia los lados. Vuelo muy ondulante.
Su canto es un “priit” grave también un “vaihk” repetido y distintos sonidos metálicos, también imita a otras aves, especialmente fringílidos, bien como reclamo o como forma de acercarse a ellos.
Anida en el interior de un arbusto espinoso o arbusto mediterráneo, nido de ramitas y musgo, suele poner de 4-6 huevos que incuban durante 15-19 días, luego volarán en 2-3 semanas, de 1-3 puestas por temporada.
Normalmente son residentes en la Península Ibérica, pero en algunos latitudes hacen movimientos parciales de migración, bien hacia el sur o descienden en altitud.
Es un ave valiente y agresiva con otras especies, me contaba un anillador que una vez cogió un Alcaudón real en la red y cuando tocó anillarlo nadie quería hacerlo, temiendo la agresividad que muestran y que normalmente acaba con algún dedo sangrando.
Fotos de la Serranía de Ronda. Otoño 2014.