90 cm. La garza más grande que vive en la Península Ibérica. Se distribuye por todo el Paleártico, siendo la subespecie “cinerea” la presente en la Península Ibérica y en la mayor parte de su área de distribución.
Es una garza grande de color gris azulado, con cuello largo y estilizado, las patas son de color amarillento, al igual que el pico, ambos se oscurecen y adquieren un tono rojizo en la época de celo; el plumaje nupcial es más contrastado, marcándose dos grandes franjas oscuras sobre la cabeza, terminadas en plumas largas oscuras sobre la nuca, el cuello se vuelve más claro y dibuja dos líneas verticales negras discontinuas en su zona frontal, las plumas del extremo del ala (remeras) se vuelven más oscuras, las plumas del dorso se alargan siendo ornamentales y en el hombro aparecen manchas negras; esto hace que sea un ave inconfundible por tamaño y colores; la única duda aparece con la Garza imperial, siendo esta última parecida en tamaño pero de color marrón.
Ave escasa hasta hace poco, pero cada vez más habitual en nuestras costas, y humedales.
Se alimenta, principalmente de peces, que captura en las orillas de ríos, lagos, marismas y costas, pero también, en menor medida, de anfibios, crustáceos, micromamíferos, pollos de aves, insectos, etc.
Anida de forma colonial, con otras especies de garzas, lo hace sobre árboles (pajareras) o arbustos, más raro sobre repisas rocosas o sobre el suelo, cerca del agua, su nido es una plataforma de palos recubiertos de hierba y hojas, construida por la hembra, con el material aportado por el macho, la puesta consta de 3-5 huevos de color verdoso azulado, los incuban ambos progenitores por unos 26 días, los pollos vuelan a los 50 días, pero a los pocos días de nacer empiezan a moverse por las ramas circundantes.
Es un ave ruidosa en las colonas de cría, y bastante silenciosa el resto del año, emite un aaaggg como sonido de alarma, un uarrr y sonidos del tipo rararara, entre otros.
En la Península se reproduce en la ribera de grandes ríos como el Duero, Guadalquivir, Guadiana y humedales como el Delta del Ebro y Albufera de Valencia, también en pequeñas colonias más aisladas.
La población reproductora se estima en unas 5.000 parejas, mientras que en invierno llegan individuos norteños a invernar, llegando a los 90.000 ejemplares; nuestra población reproductora es bastante residente , mientras que los ejemplares norteños migran hacia nuestra zona templada y hacia África.
Esta ave es cada vez más frecuente, especialmente en invierno, en nuestros humedales, ríos, lagos, pantanos, costas e incluso piscifactorías, donde tiene mala fama y son perseguidos, de hecho, yo la he visto en mi jardín, repasando los estanques y dando cuenta de ranas, carpas de colores, y todo lo que pilla a sus pies.
Ave en expansión actualmente.
Fuente: SEO/Birdlife.
Foto de Doñana, Huelva, marzo 2019.
Octubre 2019, en vuelo.