Hasta 30m de alto, árbol vigoroso originario del Cáucaso, Hungría, y suroeste de Rusia y Anatolia, está presente en parques y jardines de buena parte de Europa por su valor ornamental, incluida la Península Ibérica, también lo encontramos en calles formando hileras.
Se adapta bien a todo tipo de suelos, aunque los prefiere profundos, tolera la sequía y la contaminación, y dentro de los tilos es el que más rápido crece.
Hojas simples dispuestas en dos hileras a los lados de las ramillas, verde oscuro por el haz y plateado por el envés con pubescencia blanquecina uniforme, decir que es importante en este caso observar la nervación del envés, en el caso de la especie que nos ocupa no tiene pilosidad en el nacimiento de las nervación mayores solo pubescencia, como ocurre en la especie Tilo silvestre (pilosidad marrón) y Tilo común (pilosidad blanquecina), tamaño de la hoja de 5-12 cm de longitud y casi la misma de ancha, acorazonadas y con borde serrado, las flores salen en junio-julio y son de color blanco amarillento, van precedidas de unas brácteas tan largas como las flores, se disponen en cimas de tamaño 3’5-6 cm de 5-10 flores cada una, tienen una agradable olor; las semillas son cápsulas de 6-9 mm de color marrón, duras y con 5 costillas.
Se reproduce por semillas o por injertos de sobre las especies silvestres.
La tila es una conocida infusión, tradicional desde tiempos inmemoriales, se obtiene hirviendo en agua caliente la flor del árbol, se usa para la tos, secreciones respiratorias, asma y como tranquilizante; se recolecta en verano.
La madera es blanda y de poca calidad, se usa para hacer zuecos, y figuras de madera.
Es un árbol que atrae muchos insectos a final de la primavera, coincidiendo con la floración, su néctar adormece a los insectos, la miel que recolectan las abejas es de excelente calidad.
Fotos de la Serranía de Ronda 2015.
Hojas
Brácteas y semillas fecundadas y en desarrollo.
Flor, primavera 2016.
Semilla madura, octubre 2016.
Detalle flor, mayo 2018.
