15-21 mm el macho y 22-28 mm la hembra. Saltamontes perteneciente a la familia Acrididae que se distribuye por Europa, parte de Asia y norte de África; en la Península Ibérica es bastante abundante en zonas de hierba baja y terrenos abiertos, incluso terrenos casi desnudos y pedregosos; tiene preferencia por suelos arenosos y soleados; desde el nivel del mar hasta 2000 m o más alto.
Se alimenta de gramíneas casi en exclusiva y es silencioso a lo largo de toda su vida.
El color es muy variable, ya que depende del suelo y entorno en el que crezca, va desde el gris, al marrón rojizo, oscuro e incluso tonos amarillentos y brillantes; es un saltamontes muy mimético; en las alas suele tener 3 franjas pálidas que le ayudan a mimetizarse con el entorno, las alas posteriores membranosas son muy llamativas, ya que cuando vuela las muestra de un azul turquesa con banda terminal negra; solo vuela cuando se ve muy amenazado por la presencia de un peligro, caso contrario salta o permanece inmóvil; en el fémur muestra dos manchas negras y una blanca entre las negras muy visible en su cara interna; también manchas negras y blancas sobre la tibia y un leve tono azul; en la parte superior del fémur muestra un escalón o muesca en su superficie y en la quilla también tiene una muesca.
Vuelan desde final de primavera a otoño, en otoño la hembra pone los huevos, en el suelo desnudo con su ovopositor, para lo que alarga extremadamente su abdomen; los huevos pasarán el invierno enterrados y permanecerán así hasta la primavera, una vez eclosionen, las ninfas sufrirán varias mudas hasta llegar a adultos.
Es un saltamontes misterioso y mimético, amante del sol y los suelos desnudos y pedregosos, muy frecuente aquí en el sur.
Foto de la Serranía de Ronda. Verano 2015.
Al saltar cayo en esta tela de araña.
Mimetismo con su entorno, tonos ocres, noviembre 2016.
Detalle alas, junio 2017.
Vista de las las, agosto 2019, Serranía de Ronda.
Mismo ejemplar, agosto 2019.