20 mm. Avispa de la familia Vespidae; se distribuye por la mayor parte de Europa, Oriente Medio y zona centro de Asia, recientemente también ha sido introducida en zonas de América del norte y sur; muy frecuente en la Península Ibérica, posiblemente la avispa papelera más común.
Son muy parecidas a Polistes gallicus, se diferencian por los colores de la cara, además P. dominula está más extendida por Europa, mientras que P. gallicus está más circunscrita al área mediterránea.
Como otras avispas tiene un color de base negro con manchas amarillas, las antenas son de color amarillo naranja, con negro en la zona dorsal del inicio de las antenas, las patas son amarillas con parte del fémur negro, cuando vuela suelen ir colgando, sin recogerlas; alas de tono anaranjado y algo más oscuro en la zona final o apical; el patrón de manchas que presenta en la zona frontal de la cabeza es lo que identifica y distingue a las distintas especies de Polistes que tenemos en la Península Ibérica, para ello deberemos mirar el color de los labros, genas , frente, clípeo, etc.; tórax y abdomen con patrón de manchas característico; al final del abdomen presenta un aguijón venenoso, sin anzuelo, por lo que puede picar varias veces, es una picadura dolorosa y normalmente leve, que desaparece en unas horas, salvo que seas alérgico, pudiendo provocar en este último caso, reacciones graves que precisen tratamiento médico.
Los adultos se alimentan de néctar, polen y fruta madura.
Las larvas son alimentadas con materia orgánica procedente de insectos cazados por la colonia o carroña.
Las hembras fecundadas pasan el invierno escondidas, en primavera emergen de sus refugios y buscan un lugar resguardado de las inclemencias del tiempo, normalmente orientado al sur, bajo un alero, lateral de una piedra, bajo un teja o grieta, tronco de arbusto, etc.; aquí construyen un nido a base de papel, este papel procede de fibras vegetales (madera) masticadas y unidas a la saliva, se fijan por un único pedúnculo a la superficie y luego se crea un nido de celdas hexagonales; la hembra única o dominante (si hay varias reinas que colaboran en la construcción del nido), pone un huevo en el fondo de cada celda, estas larvas son todas hembras, ya que no se fecundan los huevos, y serán las obreras que alimentarán y protegerán la colonia, a final del verano las hembras pondrán huevos que generarán machos y hembras, esto permite que una vez abandonen la colonia, se apareen y puedan quedar fecundadas las hembras reinas, los machos mueren tras el apareamiento, y las hembras se esconderán para sobrevivir al invierno y fundar una nueva colonia en la primavera siguiente.
Hay que tener en cuenta que estos insectos solo pican cuando nos acercamos mucho a su nido, o las pisamos o cogemos por error, suelen ser picaduras defensivas o para proteger la colonia.
Para beber se posan despacio con las patas abiertas, en la superficie del agua, sin romper la tensión superficial de esta (como los zapateros), a veces acaban hundiéndose y necesitan nadar, si no encuentran una salida se ahogan, esto ocurre con frecuencia en las piscinas de agua dulce, en mi caso, les pongo el dedo como ayuda y una vez salen del agua, las echo a volar fuera de la piscina, obvia decir, que cuando tiene una orilla para posarse, no se arriesgan a tener que flotar para beber.
A veces pueden ser incómodas para los agricultores, por su afición a alimentarse de fruta madura.
En mi caso, las he vista de pequeño, tanto a ellas como a sus tabarreras, por lo cual me son muy familiares.
Fotos de la Serranía de Ronda.
Septiembre de 2017.
Vista lateral, septiembre 2017.
Vista dorsal, sobre flor de hinojo, septiembre 2017.
Septiembre 2017.
Sobre pequeño nido, reina, junio 2019.
Poniendo un huevo en la celdilla, junio 2019.
Vista del final del abdomen, junio 2019.
