Normalmente 2-3 m, a veces hasta 8 m. Arbusto de la familia Rhamnaceae que se distribuye alrededor del Mediterráneo, más frecuente en el área mediterránea occidental; en la Península Ibérica lo encontramos en la mitad sur y mitad este principalmente, aunque también recorre la cornisa cantábrica.
Corteza de color gris, liso, con el tiempo se agrieta, madera dura.
Las hojas son perennes de color verde oscuro, algo más claras por el envés, son simples, alternas, borde aserrado o casi entero, coriáceas, lanceoladas o aovadas, 2-8×1-4 cm, brillantes, con 3-6 pares de nervios y pecioladas.
Es un árbol dioico, las flores son pequeñas en ramilletes axilares, color amarillo-verdoso, con pétalos rudimentarios o sin ellos, unisexuales, envueltas acopadas, con 3-15 flores por ramillete, 5 estambres por flor y florece de enero a abril. Son muy melíferas.
El fruto es una drupa globosa, de 4-8 mm, de color rojo al principio y negro al final de la maduración, de 2-3 huesecillos por fruto.
Se reproduce bien por semillas.
Se adapta bien a todo tipo de suelos, aunque prefiere los calcáreos, ocupan desde riberas de ríos a laderas pedregosas, no tolera el encharcamiento, muy rústico, tolera bien la sequía y en menor medida las heladas persistentes.
Su madera es dura y se usa en ebanistería y tonelería; la corteza es muy amarilla y con este colorante se teñían de amarillo la lana, antiguamente.
Es un arbusto muy útil para plantar en suelos pobres, secos y con exposición al sol, para complementar el jardín y rellenar espacios.
Fotos de la Serranía de Ronda.
Flores abiertas, marzo 2017.
Brote joven, marzo 2017.
Sanguino en mi puerta, marzo 2017.
Frutos madurando, abril 2017.
Arbusto completo con frutos madurando, abril 2017.
Inflorescencia, marzo 2019.
