Avefría (Vanellus vanellus)

30 cm. Ave limícola de tamaño medio, inconfundible por sus colores y estandarte de plumas sobre la cabeza. Se distribuye por el área paleártica, siendo nuestra población residente de unos 1.000-1.5000 parejas, esta población se ve aumentada en invierno con miles de ejemplares que llegan a pasar el invierno aquí, procedentes de norte y centro de Europa.
Ave de color negro en píleo, alrededor del ojo y parte anterior del cuello, dorso de color oscuro con reflejos metálicos verdes con el sol; partes inferiores, pecho y mejillas blanco puro; cara inferior de la cola con plumas de color castaño; patas rosadas y pico grisáceo; destacan unas plumas largas en su píleo, más largas en los machos; las hembras son parecidas a los machos, pero con los colores menos contrastados y las plumas de la cabeza más cortas.
En vuelo tiene la cola corta y las alas redondeadas, vista por debajo de color blanco y negro.
Habitan en praderas inundables, marismas, aguazales, campos abiertos con cierto grado de humedad.
Se alimentan de invertebrados, lombrices, moluscos, pequeños anfibios, etc.; también un poco de brotes y semillas, que capturan en el suelo, tras paseos y pequeñas carreras con la cabeza alerta y lista para capturar.
Anidan en praderas húmedas o cercanas al agua, en hierba corta, el macho realiza una exhibición de vuelo, subiendo en vertical y bajando volteándose y emitiendo un cuiut-cui-cuiut; la puesta suele ser en mayo, se realiza en una pequeña depresión realizada por el macho y cubierta de algo de vegetación por la hembra; la puesta consta de 4 huevos periformes y muy moteados de negro, son incubados por ambos, con dominancia de la hembra durante unos 28 días; los pollos son nidífugos y a los 35-40 días son capaces de volar y se independizan.
En la Península se reproduce en las Marismas del Guadalquivir, valles fluviales de las mesetas y en núcleos aislados próximos a humedales.
La presencia de esta ave anuncia la llegada del invierno y del frío, de ahí su nombre, en tiempos pasados era más común, después de un período de descenso parece estar de nuevo estable, aunque sobre ella sigue pesando la amenaza de las nuevas prácticas agrícolas, los encauzamientos de ríos, la transformación del suelo, etc.; sin contar que en algunas comunidades es una especie cinegética; algo incompatible con un ave tan bella y tan beneficiosa para el entorno.
Fuente: SEO/Birdlife y otras.
Foto de Villafáfila, Zamora, en una fría, helada y nublada mañana de enero 2020.

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