Quercus ilex (Encina, carrasca o chaparro)

15-20 m de altitud. Árbol por excelencia mediterráneo y el que mayor superficie ocupa en la Península Ibérica unas 3 millones de hectáreas, se distribuye por los países ribereños del Mediterráneo; de 0-1500 metros de altitud.

Hojas perennes que renueva cada 2-4 años, verde oscuro por el haz y claro y cubierto de vello por el envés, las hojas altas son elípticas o lanceadas sin espinas en el borde, las hojas de los árboles jóvenes y las hojas bajas de los árboles grandes suelen tener espinas en el borde, que utilizan como protección contra los herbívoros; son hojas alternas y gracias a la lignina endurecidas, formando un bosque esclerófilo resistente al calor y la falta de agua; la corteza es al principio lisa y verde grisácea, posteriormente cuando el árbol crece se agrieta y se vuelve negra. Copa redondeada y achatada. Las raíces pueden profundizar hasta 10 m. Se adapta a todo tipo de suelos y aguanta temperaturas de hasta – 25 grados, al igual que sequías de la campiña extremeña o andaluza.

Las flores masculinas brotan en marzo-mayo y tiene forma de amentos de color amarillo, posteriormente adoptarán un color anaranjado y finalmente pardo; las flores femeninas son aisladas o de dos en dos y nacen en los brotes nuevos, también, de color amarillo y luego anaranjado; los árboles son monoicos y tienen flores de ambos sexos,  pero a veces tienen tendencia a ser dioica, habiendo pies o ramas que solo producen flores de un sexo; la fecundación es por el aire y los insectos,  puede fecundarse un mismo árbol con sus flores o con polen de otros árboles próximos.

El fruto producido es la bellota que mide 1-3 cm, madura a final de otoño y tiene una bráctea o capuchón que cubre un tercio del fruto, es de color marrón y tiene brillo céreo, ovalado y forma de glande. No produce frutos hasta los 15-20 años de edad.

Las encinas establecen una relación simbiótica con distintos hongos, a través de las raíces, la relación que forma con los hongos del género Tuber es muy conocida y da lugar a un ascoma o trufa de gran valor culinario.

Hay dos subespecies en la Península Ibérica, Quercus ilex ilex, que habita zonas litorales con mayor humedad, son árboles mas rectos, altos y con hoja mas alargada y grande; la otra es el Quercus ilex ballota, esta subespecie es mas continental, tiene menor porte, más ancha; a menudo se hibridan en las regiones limítrofes.

La encina forma bosques densos esclerófilos con otras plantas mediterráneas, también se encuentra formando dehesas a modo de cultivo para aprovechar las bellotas en la montanera, o formando sotobosques en zonas degradadas y con suelos pobres o expuestos a duras condiciones climáticas.

Entre los peligros para este árbol cabe destacar la seca de la encina, producida por distintos factores como la sequía, la defoliación, la presencia de algunas orugas y escarabajos que penetran en la corteza; para combatir estos daños debemos cuidar los bosques con limpias beneficiosas para el árbol, fomentar las poblaciones de aves insectívoras y hacer plantaciones y usos sostenibles.

Se reproduce por las bellotas de forma muy eficaz, también por rebrotes desde las raíces.

Los usos de las encinas han sido múltiples, y hasta hace 50 años, en la Península era la responsable del 70% de la energía que se consumía en las casas para cocinar o calentar; su madera es dura y resistente utilizándose para las estructuras de las casa y para elaborar piezas sujetas a un gran desgaste;  también se ha usado para fabricar herramientas; su corteza es rica en taninos y tiene un uso importante en el tratamiento del cuero, sobretodo en Marruecos; otro uso fundamental son las bellotas, que permiten que cada año en la montanera los cerdos puedan completar su alimentación con este fruto que posibilita obtener unos jamones de excelente calidad y que forman parte de la mejor tradición gastronómica de nuestro país, las bellotas son comestibles para las personas y se pueden tostar; actualmente su madera se usa para quemarla en las chimeneas, al igual que antes, y es considerada la mejor leña y la mas calorífica; también el carbón vegetal obtenido de ella es de excelente calidad.

Debajo de la encina se produce un abono natural formado por la hojarasca caída de la encina, este suelo rico propicia el crecimiento de plantas y arbustos que dan como resultado el bosque mediterráneo, uno de los ecosistemas mas ricos y que soportan algunas  especies de enorme  valor, como el Lince Ibérico o el Águila Imperial Ibérica.

Poco más que decir, estamos ante un emblema natural de la Península Ibérica y árbol sagrado para algunos pueblos, para mí lo es, sin duda.

Fotos de la Serranía de Ronda.

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Encina primavera 2016

Bosque mediterráneo  abril 2016

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Encina flores femeninas 2016

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Encina detalle flores femeninas 2016

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Encina flores masculinas 2015.

Encinas en flor, abril 2017.

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